Vadeaba un perro un río llevando en su hocico un sabroso pedazo de carne. Vio su propio reflejo en el agua del río y creyó que aquel reflejo era en realidad otro perro que llevaba un trozo de carne mayor que el suyo.
Y deseando adueñarse del pedazo ajeno, soltó el suyo para arrebatar el trozo a su supuesto compadre. Pero el resultado fue que se quedo sin el propio y sin el ajeno: este porque no existía, solo era un reflejo, y el otro, el verdadero, porque se lo llevo la corriente.
5- Se titula el perro y el reflejo en el río.
6- El autor es Esopo
No hay comentarios:
Publicar un comentario