lunes, 3 de febrero de 2014







                                      El jardín

Era un jardín umbrío y húmedo, cuyos muros de piedra estaban cubiertos de hiedra. Cada rincón parecía sacado de un cuento de hadas: una huerta en cuyos surcos nacían tomates, zanahorias, patatas y lechugas daba color a un rincón; en el otro, unas higueras, unos almendros y unos manzanos, perfectamente alineados en forma hexagonal, organizaban el pequeño terreno del fondo; más cerca del zigzagueante camino, un pequeño estanque inundaba una hondonada donde un pequeño motor hidromecánico movía un molino de agua...Todo era idílico en aquel remanso de paz en el que las más variadas clases de pájaros habían fijado su hogar.




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